La Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Estrella Coronada es una escultura de la escuela sevillana de finales del siglo XVIII, midiendo 1'52 m. de alto y su Divino Hijo, 0'50 m. de alto. Un carácter maternal define la actitud de nuestra Patrona, otorgándole singular prestancia y majestad; los labios entreabiertos, la nariz recta y la disposición de los ojos que miran serenamente hacia el pueblo inclinando la cabeza hacia la izquierda, donde porta a su Divino Hijo. Esta obra no experimentará grandes intervenciones a lo largo de su historia documentada. Solo cambió el juego de manos, siendo sustituido el original por una réplica del imaginero onubense D. Sebastián Santos Rojas en 1965.
Nuestra Señora de la Estrella Coronada, que además de poseer talladas la mascarilla y las manos, posee tallado el torso, fue realizada en las últimas décadas del siglo XVIII para ser la titular de la Iglesia Parroquial, anteriormente presidida por un lienzo de la Santísima Virgen. Visualmente no se observan trazas de transformaciones profundas en las tallas, aunque no se descartan modificaciones antiguas. La tipología actual del rostro de parece dieciochesco, pero existen algunos rasgos que parecen algo anacrónicos. No se descarta, por documentos conservados, un origen anterior y una profunda transformación en el siglo XVIII.
Documentalmente los primeros datos que se poseen acerca de las intervenciones a las que ha sido sometida la Imagen, corresponden a la ya mencionada restauración del año 1965, en la que el escultor D. Sebastián Santos Rojas cambia el candelero y realiza un nuevo juego de manos, copia fidedigna de las originales que se custodian en la sacristía parroquial. Mediante su firma, el onubense deja constancia de esta intervención en la espalda de la talla. Ya a finales del siglo XX, en 1991, el desaparecido Taller Isbilia, bajo la dirección de D. Fernando Soto Benavente, realizó una limpieza integral de la policromía que presentaba mucha suciedad acumulada de polvo, además de reforzar todas las articulaciones de la Imagen y sustituir elementos punzantes. Esta intervención fue realizada en las dependencias de nuestra Parroquia.
A finales del año 2001, el profesor de Bellas Artes e imaginero D. Juan Manuel Miñarro López interviene en su taller durante tres meses las imágenes, realizando un nuevo candelero, fijación de la estructura interna, sustitución de las articulaciones, eliminación de restos metálicos del interior y restauración y limpieza general de toda la policromía de las dos tallas.
La devoción a la Santísima Virgen María bajo la advocación de la Estrella está muy arraigada y extendida en la Iglesia Católica. Tanto es así que se incluyó la invocación de "Stella Matutina" (Estrella de la Mañana) en las letanías lauretanas en honor y gloria a María. Igualmente, el himno latino de la Liturgia de las Horas, cantado en vísperas de las fiestas marianas: "Ave Maris Stella, Dei Mater alma..." (Salve del mar Estrella, de Dios Madre Sagrada...) prueba también la estima de esta devoción mariana. La alegoría de la estrella es común que aparezca en distintas imágenes de Nuestra Señora.
La titularidad de nuestra Parroquia como "de la Estrella" es anterior a la imagen que hoy conocemos; en el siglo XVII se nombró a la Santísima Virgen de la Estrella como titular de la Parroquia, como ocurría en todas las poblaciones cercanas en las que se nombraba una imagen de María como titular de las parroquias. En los libros parroquiales aparece ya como Parroquia de Santa María de la Estrella a principios del siglo XVIII, sobre el año 1700. Anteriormente a esta fecha en las partidas de bautismo, matrimonio y otros, se escribía "En la Parroquia de este lugar...", no apareciendo el nombre del titular.
El retablo anterior al actual, estaba presidido por una pintura de la Virgen de la Estrella, que no se conserva, y en una hornacina había una imagen de reducido tamaño con esta advocación que es comúnmente confundida con la actual Virgen del Rosario que preside la Capilla del Sagrario.
El lienzo-pintura del antiguo simpecado del rosario de la Aurora, existente en la actualidad en la sacristía, representa a la Virgen con cetro y una estrella en su mano derecha. También, aunque son más modernos, el retablo mayor presenta el anagrama de María rodeado de estrellas en su azulejo frontal, y más recientes aún son el símbolo de la estrella que figura en la mesa de altar y la vidriera de la Virgen de la Estrella, situada en la parte derecha del presbiterio.
Aunque todo lo expuesto da a conocer la antigüedad de la dedicación de nuestro templo parroquial a la advocación de la Santísima Virgen de la Estrella, tenemos constancia de que en el Arzobispado de Sevilla se le conoce como titular desde mediados del siglo XVII, aunque en los últimos tiempos se han descubierto algunos documentos donde aparece como titular en fechas anteriores.
Desde siempre se reconoce a Nuestra Señora de la Estrella Coronada como Patrona de este pueblo, patronazgo que comparte con San Roque. En realidad nadie lo ha cuestionado y todos los hijos de Valencina se sienten honrados con la satisfacción de tener a una gran valedora ante el Señor y a Ella acuden en sus necesidades para que interceda ante Él.
La Santísima Virgen de la Estrella Coronada preside el camarín central del retablo mayor de nuestra Parroquia, sobre peana de madera tallada y dorada, estando flanqueada por dos hornacinas, una con la talla de San Sebastián Mártir y la otra con la de San Roque, Patrón de la Villa; el cuerpo superior del retablo lo preside la imagen del Señor Resucitado, rematado todo por la alegoría del Espíritu Santo.
En el año 1948, el alcalde de la Villa, D. José Gómez le hace entrega a la Santísima Virgen de la Estrella de su bastón de mando, considerándose desde entonces como Alcaldesa de la Villa; aunque no es hasta 2002 cuando, por acuerdo plenario de la Corporación Municipal en virtud de dispuesto por la Ordenanza de Honores y Distinciones del Excmo. Ayuntamiento de Valencina de la Concepción, se concede a nuestra Patrona la distinción de Alcaldesa Honoraria, siendo Alcalde-Presidente de la Villa D. Francisco J. Navarro Gómez.
Con solo pasear por las calles de nuestro pueblo podemos encontrar detalles que hacen perceptibles el fruto de esta historia de devoción y fervor hacia la Santísima Virgen de la Estrella Coronada. La devoción se pone de manifiesto en los diversos motivos cerámicos que jalonan viviendas del casco histórico y en la rotulación con su nombre de la plaza principal del pueblo, existiendo en la fachada del Ayuntamiento un azulejo de los años veinte del siglo pasado que así lo indica y que ha sobrevivido al paso del tiempo. Merece destacarse que, incluso durante los años de la Segunda República, se mantuvo en el callejero de nuestro pueblo.
En un recorrido por el casco histórico podemos ver variados, singulares y exquisitos retablos de cerámica sevillana dedicados a Nuestra Señora de la Estrella Coronada, que, como relicarios públicos, presiden los alzados, entradas y patios de muchas viviendas, como muestra evidente del agradecimiento y el amor del pueblo hacia su Madre y Patrona.
También, y como homenaje a la Santísima Virgen, una de las nuevas urbanizaciones construidas en la década de los años setenta en nuestra localidad lleva su nombre. En muchos establecimientos y entidades un cuadro o fotografía de la Patrona tiene un lugar privilegiado, y en casi todos los hogares de Valencina, una fotografía de Nuestra Señora tiene un lugar de honor. También, la Peña Cultural Sevillista lleva su nombre, al igual que una residencia para la tercera edad.
Muchas mujeres y niñas llevan el nombre de Estrella en honor a nuestra Patrona. Nuestra Señora de la Estrella Coronada está arraigada en los corazones de todos los hijos de Valencina de la Concepción, tanto de los que vivimos actualmente en el pueblo como de los que se fueron a otros lugares y los que circunstancialmente conviven con nosotros, y es su nombre el que se invoca en todos los momentos, juntamente con el de su Hijo, el Santísimo Cristo de Torrijos. Tanto es así, que en el año 2010 tiene lugar la Coronación Canónica de la Sagrada Imagen, reconociéndola como Reina y Señora de Valencina.
Nuestro pueblo ha dado a la congregación capuchina grandes hijos, tales como Fray Ambrosio, Fray Luis y Fray Diego, todos ellos grandes marianos y devotos de la Santísima Virgen de la Estrella. El Beato Fray Luis de Valencina está enterrado en nuestra Parroquia, porque era su deseo estar enterrado a los pies de nuestra Patrona. El insigne Fray Diego, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de la Lengua, entre otras, a su muerte regaló todas sus condecoraciones, portándolas asiduamente la Sagrada Imagen.
En el año 2004, el Papa Juan Pablo II, concede a NHD Antonio de Paz González, la medalla Pro Ecclesia et Pontifice, que le fue impuesta por el Cardenal Arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo, quien acude a nuestro pueblo a oficiar la Santa Misa de Acción de Gracias por tan alta distinción; en ese mismo instante y públicamente se la cede a la Santísima Virgen de la Estrella, haciendo patente su devoción hacia la Madre de Dios.
A lo largo de los años, diversas figuras del toreo, como Gitanillo de Triana, Juan Belmonte, Curro Montes, Pepín Liria, Fernando Cepeda, Luque Gago, etc., han mostrado su devoción a la Virgen de la Estrella regalándole sus trajes de toreo para de ellos poder confeccionar sayas que forman parte del ajuar de la Santísima Virgen y que luce a lo largo del año.
La devoción a nuestra Patrona también es fuente de inspiración y está presente en composiciones musicales, como las marchas procesionales "Una Estrella en Valencina" (Jesús Salas Orden, 2003), "Estrella en Valencina Coronada - Himno de la Coronación Canónica" (letra y música: Francisco José Pavón Arellano. Adaptación musical: José Manuel Bernal Montero, 2010), "Virgen de la Estrella Coronada" (Alberto Fernández-Palacios García, 2010) y "Estrella de Amor" (José Peña Rubio, 2016). Autores de la talla de Francisco de Juan, Antonio Beltrán, Felipe Díaz, Manuel Angulo, Rvdo. D. Antonio Pérez Delgado, Rvdo. D. José Quevedo, etc. han plasmado en sus letras la devoción hacia María Santísima de la Estrella. También, autores y escritores de reconocido prestigio han plasmado con su pluma la devoción a la Santísima Virgen, como Gustavo A. Bécquer, Muñoz San Román, José Alonso Morgado, Santiago Montoto, Carlos Ros, Antonio Burgos, Alfonso Grosso, José L. Garrido Bustamante, Camilo Olivares, José Sánchez Dubé, etc.